El método contínuo es el próximo paso para cuando ya tenés super dominada la Kombucha en casa, te hiciste adicto y tu producción te queda corta.
Este es un posteo largo para leerlo con tiempo...
Consiste en tener un recipiente más grande, lo ideal es uno de 8 litros y con canilla dispensadora, para poder estar sacando Kombucha pronta mucho más seguido. La canilla dispensadora tiene que ser de acero inoxidable, madera o plástico de grado alimenticio. Acá son difíciles de conseguir y las que vienen con los frascos dispensadores son de un plástico. Las podés usar siempre que no estén pintadas por dentro o en ninguna parte que quede en contacto con la Kombucha mientras conseguís una más adecuada. Es importante también que sean fáciles de desarmar y sus piezas no estén pegadas con pegamentos.
En el frasco es muy recomendable marcar los litros (como se ve en el costado izquierdo del frasco en la foto). Lo más fácil es colocar una cinta tipo de las de tela que se usan para vendajes médicos e ir marcando los litros con un marcador permanente. De esta forma sabemos perfecto cuanto té tenemos que hacer para cuando lo vayamos a rellenar.
Para iniciar, usamos el mismo método que de costumbre, con las mismas proporciones de té, azúcar y líquido iniciador. Es fundamental al primer lote, dejarlo pasarse un poquito y que esté un poco más ácido de lo que normalmente nos gusta para darle fuerza de acá en adelante. Del primer al cuarto lote, vamos a sacar solo un tercio de toda la Kombucha que ya está pronta y vamos a esperar unos días, mientras disfrutas tu Kombucha ya embotellada, para volver a llenarlo así se acidifica aún más y gana potencia la Kombucha que queda en el dispensador.
A partir de acá, lo ideal es empezar a probar la Kombucha a los dos días e irle tomando el gusto, sería ideal sacar tu próximo lote a los 5 días de que la rellenaste (en los primeros 4 lotes). A partir del quinto lote, ya podemos sacar hasta el 50% del líquido del dispensador. Con el tiempo se va a ir haciendo cada vez más rápido la Kombucha. Si en algún momento, al agregarle el té dulce ya está demasiado ácida, podés sacar hasta dos tercios y usar esa Kombucha ácida para tu hotel o dejarla para hacer vinagre.
La cantidad de té y azúcar que usaremos para rellenar será tomando en cuenta la cantidad de litros que vamos a llenar, no el total de lo que va a quedar en el dispensador.
La ventaja de este método es que cuanto más tiempo tiene tu Kombucha, más rápido se hace y podés tomar más. Podés tomarla directo del dispensador o embotellarla y saborizarla como con el método por lotes.
Es importante un buen mantenimiento de nuestro fermentador continuo para mantener el balance y el rico sabor en nuestra Kombucha. Las dos cosas que debemos tener en cuenta para saber cuando necesita mantenimiento son: el tamaño del SCOBY y la cantidad de levaduras.
Generalmente, cuando agregamos el té dulce el SCOBY que estaba en la superficie se hunde y comienza a crecer uno nuevo, pero también puede pasar que nuestra madre quede en a superficie siempre y empiece a crecer en tamaño. El problema de un SCOBY grueso es que no deja pasar oxígeno a la Kombucha y esta se puede debilitar. Lo idea es no dejar que crezca más de 4-5 cms. Si está muy ancho, simplemente lo sacamos del dispensador y lo podemos separar en capas con la ayuda de un cuchillo, no le hacemos daño. Las capas que debemos seguir usando son las de más arriba. También es recomendable reducirle el diámetro para que acceda oxígeno a la Kombucha. Los trozos de SCOBY que nos sobran los podemos regalar o guardar en el hotel si están en buen estado.
Por otro lado, si vemos que en el fondo se empezaron a acumular muchas levaduras, es momento de una limpieza más profunda o un reseteo para sacarlas. Probablemente sea una o dos veces por año nada más. Para hacer esto, sacamos el SCOBY y de la superficie la cantidad necesaria de starter para la totalidad de litros de nuestro dispensador. Es una buena idea filtrar el starter con un colador de malla fina y liencillo. Cuanto más starter podamos sacar mejor para que nuestro nuevo lote demore menos en estar pronto. Luego embotellamos el resto de la Kombucha como siempre. Si en el fondo quedaron muchas levaduras, podemos usarlas como levaduras de panadería pero no vuelvas a ponerlas en el frasco.
Debemos lavar todo con cuidado, incluida la canilla dispensadora (es un buen momento para desarmarla), con agua caliente y vinagre de alcohol o vinagre de Kombucha y volver a llenar el dispensador con té dulce, nuestro SCOBY y su starter filtrado.
Cualquier duda que tengas sobre como hacer tu Kombucha en casa no dudes en escribirnos. Ahí abajo tenés todos los links de cómo nos podés contactar. También nos podés escribir a info@benditakombucha.com
Feliz Kombucheada!
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