Las burbujas en la Kombucha tienen un poco de vida propia y lleva un tiempo de experimentación para encontrar la efervescencia perfecta, hay varios de los consejos que vas a ver que dice que tenés que probar, no es que no queramos dar información exacta, es que en este caso no se puede porque hay muchas cosas a tener en cuenta.
Principalmente las burbujas dependen de cuanta azúcar tienen las levaduras para seguir fermentando una vez que están cerradas herméticamente en la botella. Es por eso que si te gusta la Kombucha del lado ácido, es muy probable que tengas que sacrificar un poco de burbujas. Si te gusta más dulce, tenés más chances de lograrlas.
Hay algunas cosas que podés hacer para potenciarlas, tené en cuenta de siempre embotellar la Kombucha en botellas de vidrio que queden bien cerradas, no importa si la tapa es de plástico mientras sea hermética. Las botellas tienen que ser aptas para soportar presión (como las de cerveza), no uses botellas decorativas ni cuadradas porque se acumula la presión en las aristas y pueden explotar.
Una vez embotelladas, se deben dejar a temperatura ambiente de 2 días a 2 semanas, hay que ir probando a ver cuando te gusta el sabor y la efervescencia. A las levaduras les gusta estar calentitas para poder transformar el azúcar en burbujas, una vez que las ponés en la heladera disminuye mucho su actividad. Tené en cuenta que cuanto más tiempo las dejes a temperatura ambiente, más avinagradas quedan y más aumenta el contenido de alcohol. Y acordate de adaptar esos tiempos a si es verano o invierno, en verano seguramente sea menos tiempo el que necesitás.
Con el correr de los días deberías ir abriendo las botellas un poquito así se va liberando la presión para que no exploten. Ojo, esto es un arma de doble filo, porque si las abrís todo el tiempo no le das tiempo a que el CO2 que queda en el espacio libre de la botella lo absorba la Kombucha y se transforme en la burbujas. Un buen consejo es llenar las botellas lo más posible, dejando la menor cantidad de aire entre la Kombucha y la tapa.
Si la Kombucha te gusta con muchas burbujas, antes de sacar la Kombucha del frasco de fermentación (pero después de sacar el SCOBY y el Starter) revolvela bien para que queden las levaduras bien repartidas en toda la Kombucha y así le tocan a cada botella. A las levaduras les gusta irse para el fondo del frasco.
Hay ingredientes, como el jengibre fresco, la menta o frutas con mucha azúcar como el ananá o la sandía que le dan mucha efervescencia y pueden generar mucha presión en las botellas, así que ojo con no dejarlas muchos días sin abrirlas.
Otra cosa que podés hacer es usar frutas disecadas que tienen mayor concentración de azúcar, como las pasas de uva. Agregar unas 4 o 5 por botella te puede ayudar a aumentar las burbujas. Y como último recurso también le podés agregar un poco de azúcar. Nosotros preferimos usar blanca orgánica, pero en este caso, como no es para la primera fermentación podrías usar rubio o mascabo también. Los edulcorantes no sirven porque no tienen alimento para las levaduras.
Un tip muy pro y científico, que no hemos probado, pero lo avala la Kombucha Mamma en su libro The Big Book of Kombucha tiene que ver con elementos ácidos y básicos, te suena a química del liceo? Resulta que la Kombucha es una bebida ácida y cuando se combina con un elemento básico se genera carbonatación. Hay dos cosas que podrías usar: una es cáscara de huevo (lavada y secada en el horno a 200ºC) porque tiene calcio, que es un elemento básico. Acá tenés que elegir si la molés bien chiquita para que reaccionen mejor y la dejás en la Kombucha o si la dejás en pedazos más grandes y la colás cuando la vayas a tomar. Ya que le puede cambiar el sabor a la Kombucha, lo mejor es empezar con media cáscara de un huevo por cada litro e ir probando por ahí. Si te parece medio raro usarla, podés conseguir en una droguería carbonato de calcio, consultando con el vendedor cuanto se usa por litro.
A veces puede pasar que cuando ponés las botellas en la heladera, la carbonatación estaba perfecta, pero cuando la sacás se fueron las burbujas! Dejá la botella sin abrir un rato fuera de la heladera así se reactivan, podés agregarle hielo si te gusta helada y perdió un poco de frío.
Tené en cuenta que las burbujas son lo más difícil de lograr en la Kombucha casera, si no te salen los primeros lotes, hay que seguir experimentando y tener paciencia.
El último consejo que te damos, es que cada lote que hagas de Kombucha, registres toda la información que puedas, de esta forma vas a saber que hiciste bien y lo vas a poder repetir en otros lotes. Te proponemos un trato, si nos dejás tu mail para que te enviemos novedades y promociones de nuestra Kombucha, te regalamos uno divino que diseñamos junto a Clap Clap Graphics.
Esperamos que te sirvan estos consejos, si tenés alguno más nos podés contar en comentarios así ayudás a otro Kombuchero.
Cualquier duda que tengas del proceso contactanos y felices te ayudamos! Nos podés escribir por mail (info@benditakombucha.com), Instagram o WhatsApp. En el pié de página a la izquierda tenés todos los links. Feliz Kombucheada bienvenido al mágico mundo de la Kombucha casera! Si todavía no tenés tu SCOBY para hacer tu Kombucha te dejamos las dos opciones que tenemos para ofrecerte en nuestra tienda online.
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